Descripción
Seguro Defensa Jurídica Autónomos
Si tienes un negocio entre manos, deja su protección en las nuestras
Ante cualquier contratiempo o duda, tú y tu negocio tenéis un abogado que se encarga de todo. Siempre que lo necesites, nuestros expertos te asesorarán y resolverán tus problemas legales. Así, podrás dedicarte a lo más importante: gestionar el día a día de tu negocio. Un seguro de Defensa Jurídica que cuenta con:
Asistencia Jurídica Telefónica ilimitada
Reclamación de contratos
Cuestiones frente la Administración Pública
Reclamación de daños a la persona o local
Autónomos
- Asistencia Jurídica Telefónica
- Protección de los derechos del local
- Defensa en cuestiones administrativas y otros seguros
- Reclamación de daños
- Reclamación en contratos de bienes muebles, servicios y suministros
- Defensa ante la inspección de trabajo
- Defensa de la Responsabilidad Penal
- Defensa de la Responsabilidad Civil
- Reclamación extrajudicial de facturas impagadas
- Asesoramiento Legal: Puedes llamar a tu abogado todas las veces que quieras. Si prefieres que un abogado te revise o te redacte documentos legales, también lo podrás contratar como otra garantía
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Reclamación de Contratos: Toda empresa tiene contratos: alquilas material para tu negocio o contratas suministros, seguros o proveedores… Este seguro cuenta con varias coberturas con las que podrás hacer valer tus derechos si se incumple este tipo de contratos
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Reclamación a clientes por demandas, denuncias o querellas infundadas: Puede suceder que algún cliente insatisfecho te demande, denuncie o se querelle contra ti por considerar que tu trabajo no ha sido el adecuado. Finalizado el juicio la sentencia establece que tu trabajo ha sido satisfactorio. Sin embargo, el daño a tu imagen ya está hecho. En estos casos sólo deberás contactar con nosotros para realizar las reclamaciones oportunas
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Cuestiones Administrativas: Recurre a ARAG y todo será más fácil: nuestros expertos abogados defenderán y reclamarán tus derechos ante la administración pública
Además disponemos de más coberturas adaptadas a tu negocio. consulta aquí
Historias reales: Situaciones en las que este seguro es necesario
Sin servicio de telefonía puedes perder clientes
Noemí tiene un restaurante de cocina mediterránea muy conocido en la zona de la capital. Suele hacer servicios de mediodía y de fin de semana descansando sólo el domingo. El pasado mes de enero se quedó sin teléfono porque hubo una avería de la compañía telefónica que también afectó a muchos otros negocios y casas particulares.
Para Noemí supuso estar una semana entera sin teléfono y, claro, pensó que podía reclamar porque había perdido clientes. Así que hizo una queja formal a la compañía enviando un escrito. No tardaron mucho en contestarle que sentían mucho lo ocurrido y que le abonarían 59€ como indemnización. Quería asesorarse legalmente sobre el importe que le ofrecían y llamó a ARAG para preguntar porque no estaba convencida. ARAG pasó el caso a un abogado para que estudiara la viabilidad de reclamar una mayor indemnización.
Para ello, el abogado pidió a Noemí que enviara los tickets de caja del mes anterior y del mes en curso para sacar un promedio de la caja diaria y obtener una estimación del dinero que había dejado de ganar durante la semana del corte telefónico. Noemí dijo que su gestor, que le llevaba las cuentas del negocio, podría aportar documentación contable para demostrar las ganancias diarias. El abogado estudió la documentación y reclamó a la compañía de suministros una indemnización de 1.872€ como compensación por la pérdida de posibles reservas.
Insistió en que el restaurante solía trabajar con muchas reservas telefónicas gracias a la publicidad que le daba a su negocio con anuncios y su teléfono de contacto, ya que no tenía página web para hacer reservas. La compañía estudió la carta de reclamación y en vista de las pruebas aportadas dio la razón a ARAG
El taller de Juan Carlos pudo respirar de nuevo
Juan Carlos era el dueño de un taller de reparación de coches que estaba en la planta baja de un edificio de pisos. Aún estando en los bajos, tenían un respiradero para la salida de gases necesaria para la salud de todos los que trabajaban en el taller.
Un día empezaron a notar que no podían respirar como de costumbre. Juan Carlos sabía que la semana anterior se habían hecho unas reformas en el edificio y pensó que podría estar relacionado. Entonces indagó por su cuenta y supo, de primera mano, que el promotor del edificio hizo unas obras justo en la otra planta baja, que era contigua al taller. Como él y el promotor habían tenido varias discusiones y se llevaban francamente mal prefirió llamar a ARAG para ver si podían estudiar su caso.
ARAG envió a un perito y éste detectó que habían cortado los tubos del respiradero, taponando la salida de aires. Por esa razón, el taller se quedó sin ningún tipo de salida para los gases. El informe del perito añadió también fotografías que acreditaban su versión. ARAG, en paralelo, averiguó quién había realizado la reforma y dio con el responsable que era el promotor del edificio y de quien sospechaba Juan Carlos.
Tras hablar con él contó que había cortado por su cuenta y riesgo los tubos mientras realizaba unas reformas para la otra planta baja. Fue entonces cuando ARAG le informó que tenía un informe pericial con pruebas y reclamó una indemnización en nombre de Juan Carlos. Pero el promotor no quiso llegar a ningún acuerdo porque decía que no era su problema y que ya había tenido otros problemas de convivencia por culpa del taller. ARAG le puso una demanda al promotor por 3.500€ para la reposición del tubo de salida y la pintura de la parte afectada.
Como no quiso entrar en razón se llegó a juicio. El juez dio la razón a ARAG y a Juan Carlos, obligando al promotor a pagar el total. El promotor, indignado, recurrió la sentencia y volvió a perder.